El carisma de FEF es un Don que viene del corazón de Dios y que el Espíritu Santo dona a la Iglesia;
revelado a nuestros fundadores, aceptado y discernido originalmente por ellos, es encarnado en sus
miembros para crecer en la santidad y así edificar la Iglesia e impregnar del espíritu cristiano la
realidad temporal.
Los miembros de FEF, al aceptar y asumir este carisma libremente, confirmamos
nuestra
vocación de servicio a la familia y la vida desde la familia misma, y así nos convertimos en un Don para
la Iglesia, única educadora integral de la fe de sus hijos (cfr. E.N. 24 y 66), participando de su
misión y de su vida.
Así mismo nos comprometemos a hacer del Don recibido un Don ofrecido a
otras
familias, para difundir nuestro movimiento a todos los rincones del país y más allá.
Queremos crear espacios de fe comunitaria, donde se viva, como familia, plenamente y con alegría, el
Evangelio de Jesucristo, que es Evangelio de vida, de esperanza y de amor. Realizar la catequesis
familiar como un camino progresivo de santificación, en todas las etapas de la vida.
Buscamos y
desarrollar continuamente los medios adecuados de la pedagogía propia de una catequesis
evangelizadora.